martes, 12 de junio de 2012

Apoyo

Ante esta situación de choque, sorpresa,miedo, es fundamental que la nueva familia cuente, con todos los apoyos para afrontar la situación. Las familias, en ese momento, tienen derecho tener apoyo. Es importante que se les facilite la información disponible, sobre los recursos a los que pueden acceder, tanto ellos como sus hijos. Y los propios padres son los que han de tomar la decisión de utilizar esos apoyos, cuando ellos crean que es el momento. Cada familia es única y afrontará la situación cuando pueda, de la manera que sea más adecuada para ella. Es importante que los padres, las asociaciones que se preparan para apoyar tengan clara esta libertad de la familia nueva, para elegir el momento en el que quiere recibir la ayuda. Muchas veces, como desde las entidades tenemos tan claro lo que hay que hacer, sin pretenderlo, se puede forzar un espacio de intimidad de las familias, algo que puede entorpecer, todo el proceso de asunción posterior de la situación. Y por último es crucial que las familias que van a apoyar, estén formadas para ello. Con la buena voluntad no es suficiente. Apoyar sin enjuiciar, opinar sin imponer, acompañar en el sentimiento, sin pretender que el dolor desaparezca de repente, son aspectos claves, que quien apoya debe manejar con soltura. Esto conlleva que la familia que va a apoyar haya elaborado y analizado su propia vivencia, y sepa comprender que aunque hay una vivencia similar, la experiencia de cada persona y cada familia es única y la labor de acompañamiento, nunca va a sustituir la vivencia de la nueva familia

martes, 5 de junio de 2012

Historia de Superación ...

Power Point

Aceptación


El periodo de aceptación o no va a depender de muchos factores; entre ellos, la
características emocionales y personales de los progenitores, la dinámica familiar, las
relaciones de pareja, los apoyos sociales externos, el orden de nacimiento del reción
nacido (si es el primogénito, si es el menor, hijo único entre hermanos o al contrario,
etc.), el nivel sociocultural y económico, etc.


Nacimiento de un Sol..

El nacimiento de un hijo con discapacidad supone un shock dentro de la familia.
El hecho se percibe como algo inesperado, extraño y raro, que rompe las expectativas
sobre el hijo deseado. Durante toda la etapa anterior al nacimiento, en la fase del
embarazo, lo normal que es los futuros padres tengan sus fantasías sobre el hijo;
imágenes físicas y características del nuevo ser que se incorporará al núcleo familiar. A
lo largo de los nueve meses (y en ocasiones, antes ya) esas expectativas se han ido
alimentando esperando con ansia el momento del nacimiento. La pérdida de
expectativas y el desencanto ante la evidencia de la discapacidad (o su posibilidad), en
un primer momento va a ser demoledor; es como si el futuro de la familia se hubiera
detenido ante la amenaza. La comunicación del diagnóstico de la discapacidad, la
inesperada noticia, produce un gran impacto en todo el núcleo familiar; la respuesta y
reacción de la familia cercana a los dos progenitores, abuelos y hermanos va a
contribuir a acentuar o atenuar la vivencia de la amenaza que se cierne sobre su entorno.
La confusión y los sentimientos de aceptación, rechazo y culpabilidad se mezclan de
manera incesante, surgiendo constantemente las preguntas de los por qués “La
deficiencia física y /o psíquica debida a lesión orgánica es un dato extraño al sistema
familiar, soportado como una agresión del destino y por lo tanto acompañado de
intensos sentimientos de rechazo o rebelión. Esta percepción es rápidamente asumida
como propia por el disminuido, que se encuentra viviendo así como indeseable una
parte de sí mismo” (Sorrentino, 1990:16).
La familia es el primer contexto socializador por excelencia, el primer entorno
natural en donde los miembros que la forman evolucionan y se desarrollan a nivel
afectivo, físico, intelectual y social, según modelos vivenciados e interiorizados. Las
experiencias que se adquieren en la primera infancia, de cualquier tipo, y los vínculos de
apego que se dan en ella van a estar determinadas por el propio entorno familiar
generador de las mismas. Es la familia quien introduce a los hijos en el mundo de las
personas y de los objetos y las relaciones que se establecen entre sus miembros van a ser
en gran medida modelo de comportamiento con los demás, al igual que lo va a ser la
forma de afrontar los conflictos que se generan en el medio familiar.
“En las familias, además de luchar por el desarrollo de todas las capacidades
del hijo con discapacidad, debemos continuar con nuestra independencia habitual. La
familia no está discapacitada
(Marisa Pérez Tejeda, madre de persona con
discapacidad)”.